jueves, 1 de julio de 2010

Repercusión de las Vidas...Ley singular

La variedad de seres que componen el Universo es infinita y responde a la combinación de las tres fuerzas primordiales, a saber: MATERIA, ALMA, ESPÍRITU. Las tres bajo el impulso creador de la Unidad Divina que las mezcla, concentra, diferencia y las anima. Nosotros mismos escogimos este cuerpo, cada uno trae al cuerpo los defectos y errores de su vida anterior hasta restablecer el equilibrio por las faltas cometidas, faltas que dependen de nuestra exclusiva voluntad y, de encarnación en reencarnación se van ajustando hasta que, por el Augusto decreto del Destino el Bien termina por triunfar. De esta Enseñanza lograd la resignación primero y la rectificación después. Aceptad la razón de vuestro sufrimiento, está en vosotros mismos, en conductas erradas de la anterior y presente vida. Podéis hacer fácil lo difícil evitando lo que dio lugar a lo difícil. El auto-conocimiento os lleva a la liberación por medio de la purificación.

¿Cuál es el objetivo final del hombre? Después del ciclo de tantas vidas y tantas muertes, con nacimientos, calmas y despertares, cuando el alma haya vencido los apegos a la materia, cuando desarrolle sus facultades espirituales, cuando en sí misma haya encontrado el principio y el fin de todas las cosas, entonces la encarnación ya no será necesaria y entrará en el divino estado de completa unión con la Divina Inteligencia.

No temas morir. La muerte no es más que una parada en el camino.

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