miércoles, 13 de octubre de 2010

Aquí me quedo...

Cada imprecisión en estos últimos días ha ido cavando un hueco en mi corazón, cuánto de mi inteligencia emocional he desperdiciado en vuelos fallidos, si hubiera esperado segundos más... Hoy sería mi corazón alado que en huída aromada con pétalos de libertad, me brindaría el cálido regazo de tu  pecho bendito que me ofrendabas, de manera tan celestial...como sólo tú Mi Amado Pablo sabes hacerlo.


Destejer  mis dudas, aplacar mi rabia,doblegar mi orgullo, domar mi desconfianza...qué miserable sentirme desnuda de ellos...en mi fuero interno éstos brotaban como abrojos,sembrados por manos duras y frías, que de caricias se olvidaron. Aunque implore, ya es tarde, porque ya es mi sombra y ha sido el fruto de mi ingenuidad, quizás...dejarme llevar, confundir el ayer con amistad, siendo sólo un filo traicionero el buscarme, para usar cordeles y lazos del pasado y  oprimir el porvenir.

Amor Mío ya no escucho tus bendiciones, y voy vestida de la fibra más dura surcando nuevos e intrépidos vuelos, y siento la espesura...es que  tus brazos ya no me esperan, ¡y no, no quiero otros! Entonces me detengo a la orilla, hoy me quedo en un sendero abierto, por si trae el viento tu nombre y deja tu existencia, es la forma de negarme a tu ausencia, Mi Amado Caballero.

2 comentarios:

humberto pablo dijo...

Callado, espero que vengas, ¿tarde? no se cuando, ¿vendras? tampoco he de saberlo, solo los sonidos del interno, en armonia con el corazon seran los que evoquen, los espiritus del amor, que se marchita por tu ausencia

Carolina Angélica dijo...
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