Mostrando entradas con la etiqueta Cartas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cartas. Mostrar todas las entradas

lunes, 6 de abril de 2009

A través de la confianza y la gratitud

Confianza y gratitud requieren el coraje de arriesgarse, porque la desconfianza y el resentimiento, en su necesidad de reclamar su atención, siguen advirtiéndome de lo peligroso que es dejar a un lado mis cálculos y predicciones. En muchos aspectos debo dar un salto de fe para dejar que la confianza y la gratitud tengan su oportunidad: escribir una carta amable a alguien que no me perdonará, llamar al que me ha rechazado, pronunciar una palabra de aliento a alguien que no puede decirla.El salto de fe siempre significa amar sin esperar ser amado, dar sin querer recibir, invitar sin esperar ser invitado, abrazar sin pedir ser abrazado. Y cada vez que doy un pequeño salto, veo un reflejo del Único que corre hacia mí y me hace partícipe de su alegría, en la alegría en que no sólo me encuentro yo sino también todos mis hermanos y hermanas. Así, la confianza y la gratitud revelan al Dios que me busca, ardiendo de deseo por que todos mis rencores y quejas desaparezcan y por dejar que me siente a su lado en el banquete celestial.

domingo, 5 de abril de 2009

Cuando la noche es más negra es cuando comienza el día

De vuelta, después de cuatro noches sin dormir como en mi cama, un poco de diversidad, del aire, de las comidas, de las voces y rostros tan normales como extraños.

De vuelta a mi pequeño y gran mundo onírico, cuando he despertado dentro de un sueño, me descubrí en un beso, en los labios de él.

De vuelta a esta espera, espera de qué...

Tal vez de que a mi corazón se le agoten toda magia, toda esperanza, toda ilusión y siga como antes , nada más por seguir latiendo.

Y se suman mis cuestionamientos en lo que a mi trabajo concierne. Porque las personas a diario utilizan sus máscaras, y bailan al compás de una melodía que no les apasiona, pero los mantiene.


Y yo que creía que formaba parte de ese baile, pero en una cultura hedonista de logros y exterioridades, que valora sólo lo periférico y superficial de lo humano: el éxito, el confort, el placer y los bienes materiales, qué hago yo priorizando las emociones, liderando bien o mal, me he sentido mayormente feliz sin haberme preocupado antes del éxito.

No acostumbro a los viajes en bus, en eso reconozco mi grado de burguesía, gusto de viajar en avión, cuando se trata de pega sobretodo, ya que un viaje demanda postura de estatua, buscando la mejor y creativa postura, para que mis huesos, músculos, y todas mis extremidades no se resientan, aún tengo la pesadez en mis piernas, hinchadas menos que ayer.


Pronto viene el almuerzo familiar, quise antes hablar y escucharme, sacar un poco esta impotencia, mañana vuelvo al trabajo, vuelvo si quiero sin máscara o bien ya con una armadura, que por fuera me endurece y tan dentro me debilita, porque yo no soy esa, que tiene que encubrirse.


Podría ser que mi lugar es otro?

Aquella propuesta de ir armando un negocio?

Cuántas veces me he dicho a mi misma que no tengo pasta para los negocios, me he negado la posibilidad, es que nunca me he arriesgado y si fuera a caso ese mi lugar, al lado de un pequeño, pero gran empresario. Grande es su corazón, hasta hoy me lo manifiestan sus actitudes.


Pero hasta hoy no es lo que quiero, con esa pasión que me lleva hacia otros lugares, recuerdos y momentos tan intensos. Pero debo ser honesta y tampoco he cerrado la posibilidad, pero no se trata de un simple negocio.

Es mi vida.
Y al comenzar Semana Santa, vuelvo sutilmente a reflexionar respecto del sentido de mi vida, de mi identidad y compromisos, de lo que me identifica y me compromete.
Si un compromiso te vitaliza el alma, moviliza el corazón, orienta el tiempo, las relaciones y discrimina entre tanta oportunidad abierta en este mundo tan abierto. Entonces una vida de compromiso incondicional es plena, porque llena la vida, no te sobra tiempo, no te aburres...quizás por eso siento un sin sentido, porque nunca me he comprometido?
Algo pasa con mi vida, hay un cruce de variables, lo sentimental, lo laboral, están ahí.
Y porqué esperar a Semana Santa, es sólo coincidencia. Yo no elijo pensar, tampoco llorar, son experiencias internas, difusas y viscerales.


domingo, 29 de marzo de 2009

"La Misión"


...Fue acaso su misión?
Buscarme entre los tiempos de un ciberespacio, seguro de encontrarme, virtualmente para entregarse, sin tapujos, con las ansias de un reconocido pasado, cuando ambos jóvenes llenos de vida y esperanzas, dejábamos a nuestras almas "ser", libres, buscadoras de peligro, antojadizas, vestidas de emoción.
Cada emoción despertando la pasión, escondidas o refugiadas por tiempo en las pieles con grietas de llantos, sufrimientos, gozos, sueños y esperanzas.

Llegaba el tiempo de los dos,para redescubrir en aquellos ojos la misma mirada, profunda, apasionada, por mi parte ilusionada de hallarme preparada una vez más para el amor.

Su misión...
La mía entregarme como si fuese el último día, para reir, para jugar, para vivir sin límites, con la valentía que acunaba mis más puros sentimientos, de fémina enamorada del encanto, del amor, qué otra cosa puede ser, a mis cuarenta y tantos. Vivir nada más, sentir la calidez de sus labios en la redondez de mi ser. Cada caricia despertaba a la mujer, y en lo más profundo me volvía esclava.

Hoy día no entiendo nada, o quizás sí, pero me cuesta aceptar. Que su misión la dió por terminada.
Y la mía...atesorar hoy día cada recuerdo suyo, reir todavía de sus dichos y palabras, no estar enojada al contrario, algo me dice que su misión como en el pasado no tiene final. Es un ser para amar, para dejarse amar.
Y tal vez sea otra que disfrute de sus manos suaves y delicadas, como las de un hombre que sabe de buscar y encontrar, y sutilmente tomar.

He vuelto!!


Más de un año ha pasado, y casi había olvidado mi espacio de libre y poco secreta expresión, la curiosidad me llevó al facebook, desde entonces no escribía, desde antes en realidad, y al retomar mi blog, como "el regreso" he considerado rebautizarlo.


El regreso del hijo pródigo, el regreso de un alma, que abrió sus alas en busca de nuevas experiencias, en antiguos brazos...


Creyendo que estaría a salvo, digo a salvo, suena a escapada, a liberación de un riesgo que tienta.


Porque he sido casi ingenua, digo casi, porque siempre un haz de intuición, me altera la razón, sin embargo, sea lo que fue o lo que es, abrí el corazón, y sin miedo a nada me dejé llevar.


Tal vez la pasión que llevo en mis venas, el tiempo de soledad que vestía a mi piel entera, y el fantasma de un fracaso, fueron cómplices de mi huída, yo deseaba escapar, del mismo modo liberar tantas ansías de amar.


Creí que sería simple, porque presumía de mi voluntad, de mi autocontrol ya con tanta experiencia del dolor, nunca más dejarme "tocar" el corazón.


Y así fue un tiempo, quizás el mejor...






SOLES Y SOMBRAS I De las interacciones o lecciones destacables algunas por su intensidad, no recordaré lo que mi memoria saludablemente haya...