Mucho se ha escrito acerca de lo que nos pasa en tiempos de pandemia, más bien de lo que sentimos ante esta inédita experiencia, abarcando todos nuestros ámbitos vivenciales, en el trabajo o más bien ya teletrabajo. En nuestra vida amorosa, no sé si la tenía, la tengo o la tendré. Es mejor hablar ampliamente y referirme al amor fraternal. Cuántas veces me he referido en lo laboral al amor fraternal, mi trabajo conlleva de este tipo de amor.
A cabo de leer en un blog la mini historia de un pequeño que a los cinco años soñaba con una novia  a la que ahoga en la bañera...así lo entendí, eso sucede a veces cuando vamos leyendo a las personas interpretamos sus letras, sus palabras, sus gestos, de acuerdo a nuestras propias experiencias, mitos y tabúes.

Yo a los cinco años la verdad no tengo memorias de ese tiempo, las habré bloqueado?

O habré sido aquella novia atrapada en la tina, acariciada por las manitas suaves del niño que enojado porque ya nunca más su madre lo bañaría ahogó sus rabieta.