martes, 10 de octubre de 2023

SOLES Y SOMBRAS I

De las interacciones o lecciones destacables algunas por su intensidad, no recordaré lo que mi memoria saludablemente haya descartado, aun cuando las haya almacenado por un tiempo determinado. Y determinado, justo y necesario para prevalecer mi conciencia y autocuidado, a través de cinco décadas, indistintamente colmadas de sol y sombra.

Los tantos días, las horas transcurridas entre sombras y actos fallidos en torno al amor, danzando estoicamente al ritmo de palabras duras, de la lentitud con que llegaba la esporádica ternura, el paso a paso con que vas aprendiendo a interpretar aquellas señales, y tu adaptación al medio, y la tensión propia de una relación disfuncional. Todo esto y cuánto más, silenciado bajo la mirada del ojo humano prejuicioso y convencional, porque a lo anterior se sumaba alguna que otra perversa adicción. 

Nadie habla de esos temas abiertamente. Se ve o se lee mal. No son temas interesantes…Creo que en la generación anterior a mí, más bien la de mis abuelitos no se hablaba de lo disfuncional de las parejas, es más, la tendencia era resaltar lo mejor del macho fuerte, dominante y protector, que no estaba mal en lo absoluto, eran otros tiempos, otras mentes, otros corazones, y estaba totalmente dispareja la cosa, se invisibilizaba la fortaleza femenina, por ejemplo la exquisita ternura, la amorosa dulzura y el empuje de mi abuelita paterna, quizás entonces se valoraban  sus manos, más que sus pensamiento y sentimientos, y así “sirvió” a sus suegros y familiares, por años mientras mi padre crecía en la casa de sus abuelos, bajo su protección. 

Fue mi padre el nieto mayor, el primer descendiente varón heredando el mismo nombre de su abuelo paterno, era el estilo a mucha honra se supone, y como una dinastía reconozco el mismo nombre como secundario en mi generación, y también como propio en uno de mis sobrinos y tío.

Jurídicamente se dice del nombre de una persona; “Se fundamenta en el reconocimiento del nombre como uno de los atributos de la personalidad. La personalidad es entendida como la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones, y, por atributo de personalidad se entiende la cualidad que poseen los seres humanos y que los diferencian de los demás seres, siendo esencial e inherente a cada persona.

Desde otro enfoque, cuasi místico se dice; “Cuando nombras a tus hijos como el nombre del padre, del tío, de abuelo o de otra persona cercana, le impides de manera inconsciente que forme su personalidad de manera genuina. Le estarás condenando a que ocupe el lugar del otro en la historia de la familia.”

Por mi parte, sé menos que lo suficiente de quién fue doña Carolina tía de mi abuelita paterna, o sea sé que existió, pero ignoro en qué rama del árbol genealógico y la relación conmigo, pero comprendo que fue significativa y muy querida en la vida de mí abuelita. Y gracias a ella reconozco belleza en el primer nombre que propuso para su primera nieta y reconozco nobleza en mi apellido, sin ser nobleza titulada según versa el español, pero que buen sonido es para mis oídos cuando lo escucho mi nombre completo y de corrido.

No obstante, tengo muchos antecedentes algunos detalles y también fotos de mi bisabuelo Arturo Hidalgo. Mi madre lo conoció en persona.





miércoles, 4 de octubre de 2023

 


                                    SIEMPRE PUEDES VOLVER HACIA TU AMOR PROPIO.



 SE DICE QUE EN LA VIDA NO HAY ERRORES, SÓLO LECCIONES. 

De las interacciones o lecciones destacables algunas por su intensidad, no recordaré lo que mi memoria saludablemente haya descartado, aun cuando las haya almacenado por un tiempo determinado. Y determinado, justo y necesario para prevalecer mi conciencia y autocuidado.

Los tantos días, las horas transcurridas en sombras y aquellos lapsus amorosos en un entorno de adicción y relación disfuncional, lo silenciado bajo la mirada del ojo humano prejuicioso y convencional. Nadie habla de esos temas abiertamente. Se ve o se lee mal. No son temas interesantes…No se habla de lo disfuncional de las parejas, se tiende a resaltar las mejores voces del macho fuerte y protector. 

Recuerdo haber conversado algo del tema en el círculo más íntimo, mi familia cuando aún éramos adolescentes, pero fue superficial, de lo contrario hoy no estaría escribiendo lo que escribo, y sabría distinguir el cabello cano de Jorge Alejandro o Chochito mi hermano menor y mi papá probablemente con su estampa varonil delgado y alto nos acogería en la casa en Calama o en San Pedro de Atacama. Bendita imaginación.

Y mi madre no estaría en compañía de tres gatos, yo a distancia viviendo sola en un departamento arrendado, en un bello barrio, y también en compañía de una gata. Bendita realidad.

Tras todo esto, imaginación y realidad estoy en deuda con el universo, pues cuando verbalizo universo instantáneamente la sonrisa ilumina mi rostro. Y es que me he visto más de alguna vez brincando en los anillos de saturno, sí, me he salvado de unas cuántas literalmente. 

Y todo gracias al universo, que confabula a mi favor.

Después de todo, la experiencia me ha enseñado que no soy ninfómana, tampoco adicta a las drogas menos al alcohol, suficiente con el legado del abuelo paterno hacia mi padre, ahí yo lo corté, así será mi recuerdo. 

Tampoco soy adicta a las letras, escribo sin una copa en mi mano, sin ingerir o inhalar.. Mi escritura es terapéutica por donde se la lea. Y me avergüenza un poquito pensar que si soy una consumista compulsiva de carteras, zapatos y ropa. Me avergüenza lo suficiente, por episodios lo olvido, hasta cuando descubro alguna prenda con etiqueta que a esta altura ya no es de mi talla. Y siempre estuvo guardada.

Por otra parte, siento que todavía no he hecho lo que tengo que hacer…jorderle la existencia a alguien jajajjajaja 

Quizás e irónicamente he venido por algo, más bien por alguien a quien nunca conoceré en esta dimensión.

Tengo un sueño recurrente, más bien un pensamiento. Y consecuentemente se relaciona con la palabra “familia” o sea me es familiar la idea.






SOLES Y SOMBRAS I De las interacciones o lecciones destacables algunas por su intensidad, no recordaré lo que mi memoria saludablemente haya...